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miércoles, 29 de junio de 2016

LOVE 2

Dicen que quien avisa no es traidor, y ya os avise que LOVE repetiría en la Nostromo, porque fue una banda que dejó muy gratamente sorprendido.

Hoy vuelvo a proponer esta banda que lleva pocas semanas incorporadas a mi universo musical, y no precisamente por tratarse de una formación nueva, más bien todo lo contrario.




Es una banda norteamericana fundada a finales de los 60, liderada por un músico con un talento innato para la música y una voz de terciopelo, Arthur Lee. Las influencias principales de sus composiciones salen del entorno del rock, el folk y la psicodelia.

Yo me acerco a ellos a través de un disco maravilloso publicado en el año 1967, de título Forever Changes. Esta considerado unos de los discos más influyentes de la historia del rock y creo que es una consideración totalmente acertada.

La belleza hecha música es la mejor definición que encuentro para él, algo hermoso que se cuela por los oídos y te deja volando en una nube de placer sonoro. Un disco que recomendaría a todos, grandes y pequeños, modernos y antiguos, pues el arte y la belleza no entienden de edades.

Hoy os dejo con una de sus hermosas canciones,  Alone Again Or.




viernes, 24 de junio de 2016

Mis discos 10: Thick as a Brick (Jethro Tull)

Thick as a Brick de Jethro Tull merece en mi opinión entrar en ese olimpo de los mejores discos del rock progresivo. El álbum fue grabado en el año 1972 y tuvo una buena acogida por parte de público y crítica.



La intención de la banda fue hacer un disco totalmente conceptual, ya que por lo que se cuenta, una parte de la crítica especializada les reprochaba la ausencia de un disco de esas características en su discografía. Ante esa disyuntiva, Anderson dijo: " si queréis un álbum conceptual lo tendréis" o algo parecido, y nació Thick as a Brick.

Un LP de la época con una única canción, la que da nombre al disco. Como por aquellos años los vinilos tenían dos caras y eso era inalterable, el tema lo dividieron en dos, pero está claro que la composición tenía continuidad y que la intención de la banda era componer un álbum de un solo tema.

Un trabajo muy sinfónico que engrando aún más el fabuloso currículum de los Tull, posicionándolos como una de las grandes bandas del rock progresivo de todos los tiempos.

Como no me gusta fragmentar los temas, os propongo toda la cara A del vinilo, que dura más de 20 minutos, en todo caso si a alguien se le hace pesado que corte a su gusto, yo, si me aceptáis el consejo lo dejaría todo ;-).



miércoles, 22 de junio de 2016

Museo Rosenbach II

Otras de esas bandas italianas de corto recorrido temporal como formación y con un único disco producido en estudio en los años dorados del rock progresivo, Zarathustra del año 1973, por cierto considerado actualmente una obras maestra y una pieza de culto. Este trabajo ha traspasado las fronteras de su país y, como ha pasado en tantas ocasiones, ha sido más valorado tiempo después que en el momento de su salida al mercado. 





Ya en el siglo XXI Museo Rosenbach se volvió a reunir con algunos antiguos miembros, sacando al mercado un par de trabajo más y realizando una serie de conciertos que les han llevado hasta la actualidad.

Del grupo en sí no existe demasiada información, se creó a principios de los años 70 con músicos procedentes de otros proyectos, y tocados por una inspiración increíble crearon esta joya del rock progresivo.

El disco se puede clasificar como rock sinfónico clásico, tiene todos los elementos del género de eso no hay duda, pero a la vez juega con unas sonoridades cercanas al jazz-rock y al mundo psicodélico. Su formato es de una sola pieza conceptual que conforma una única suite, toda fuerza, potencia, creatividad, elegancia, sentimiento, ...un portento de álbum, sin duda muy recomendable.

En esta ocasión del fabuloso Zarathustra extraemos el tema Della Natura, con él nos podemos hacer una idea de las maravillas que encierra la obra.




sábado, 18 de junio de 2016

Viejos descubrimientos: LOVE

Tarde lluviosa en Girona que invita al recogimiento, a escuchar buena música detrás de los cristales mojados, dejando que el tiempo pase perezoso.

Hoy vuelvo a escuchar una de las bandas que lleva menos semanas incorporadas a mi universo musical, y no precisamente por tratarse de una formación nueva, más bien todo lo contrario.

En esta tarde gris de primavera os confieso mi amor eterno por ellos, han entrada en mi vida y vienen para quedarse: LOVE.



Una banda norteamericana fundada a finales de los 60, liderada por un músico con un talento innato para la música y una voz de terciopelo, Arthur Lee. Las influencias principales de sus composiciones salen del entorno del rock, el folk y la psicodelia.

Yo me acerco a ellos a través de un disco maravilloso publicado en el año 1967, de título Forever Changes. Esta considerado unos de los discos más influyentes de la historia del rock y creo que es una consideración totalmente acertada.

La belleza hecha música es la mejor definición que encuentro para él, algo hermoso que se cuela por los oídos y te deja volando en una nube de placer sonoro. Un disco que recomendaría a todos, grandes y pequeños, modernos y antiguos, pues el arte y la belleza no entienden de edades.

Hoy os dejo con una de sus hermosas canciones, me cuesta decidirme por una, cosa que me hace presagiar que vendrán más. Ahora os propongo esta, Andmoreagain.





miércoles, 15 de junio de 2016

Signals, Rush (reseña)

Esta reseña la escribí para el foro de música progresiva Sinfomusic hace unos días. En ella hablo de las sensaciones del disco de Rush, Signals.

SIGNALS



INTRO

Retomo el noble arte de intentar juntar letras y palabras, de construir frases con un mínimo sentido, con la idea de transmitir las sensaciones y placeres que produce la audición de un buen disco. Para muchas personas, que están tocadas por la magia de la escritura la empresa es un juego de niños, pero para mí no resulta tarea fácil traspasar a una hoja en blanco las emociones que me produce la música, como por ejemplo la que ahora suena: Signals de la banda canadiense Rush, pero una vez más voy a intentarlo, porqué sé que cuento con el favor de vuestra indulgencia.

De ese trabajo os voy a dar mi opinión e impresiones, las cuales como bien podríais imaginar son totalmente positivas, no en vano, como ya he repetido en más de una ocasión fue mi primer contacto en serio con el universo de esta gran formación, y realmente fue una entrada por la puerta grande.

Unas composiciones en las que los teclados tienen un papel importante, sin dejar de lado lo determinantes que han sido siempre las guitarras en el grupo y, por supuesto, con una base rítmica de percusiones y bajo realmente magníficas. De todo ello se hablará cuando se desgranen las canciones una a una en los siguientes parágrafos.


EL DISCO EN SU CONTEXTO

Corría el año 1982, nos metíamos en una de las etapas más negras del rock sinfónico (que era con el nombre en que yo lo conocí en mi juventud) o del rock progresivo, que es como más comúnmente se le conoce ahora.

La movida punk había calado entre una parte importante de la juventud, la estética de los ochenta se empezaba a imponer en la sociedad occidental, fue una época de grandes cambios de los que las diversas corrientes musicales no quedaron al margen, sino que al contrario quedaron profundamente influidas.

Las grandes bandas del rock sinfónico, que se habían hecho con una parte importante de las preferencias musicales del público en la década anterior, que habían llegado al momento cumbre de su historia, tanto a nivel de ventas de discos, como en el de las exitosas giras en las que llenaban estadios enteros. Pues bien, ni estas épicas formaciones fueron ajenas a estos cambios y poco a poco fueron perdiendo fuelle, parecía como si la inspiración de antaño les hubiese abandonado o como si la fórmula del éxito se agotase.


Por esos mismos años, poco más o menos, nacieron nuevas bandas de enorme calidad que intentaron tomar el testigo de las anteriores y en gran medida lo consiguieron, editándose trabajos de gran calidad, pero ya nada fue lo mismo, pocas formaciones dentro del ámbito del rock sinfónico llegarían a conectar con la amplitud de seguidores de las bandas de los 70, ni a llenar aforos tan impresionantes como los conseguidos en la década anterior. 

A grandes rasgos esta es la lectura del momento que yo hice en aquellos años y que después con el paso del tiempo y desde la perspectiva actual, creo que se puede decir que ha sido plenamente confirmada.

Ante esta situación hubo bandas que se adaptaron mejor, otras desaparecerían para siempre, algunas entraron en largos períodos de letargo y otras ni sabían qué camino tomar. El caso que nos ocupa, creo que estamos ante una de las que mejor se adaptó al nuevo orden de cosas.

Rush entró en los 80 en plena forma a todos los niveles, con un pasado repleto de grandes discos y con unas ganas enormes de evolucionar en la sonoridad clásica de la banda. Este hecho queda patente en el protagonismo que habían tomado los teclados en sus composiciones, dando un giro hacia una base más sinfónica, en detrimento de su lado más hard. Buena muestra de esta evolución, que ya empezó a notarse en sus trabajos de finales de los 70, queda totalmente demostrada en el disco que hoy tenemos entre manos: Signals.

 

SIGNALS

El disco fue publicado en septiembre del año 1982 por la compañía discográfica Mercury Records, bajo la producción de Terry Brown y la propia banda. La grabación se llevó a cabo el verano del mismo año, en los estudios Morin Heigths de Quebec (Canadá).

Como he comentado anteriormente este trabajo supone el paso definitivo de la consolidación de los teclados en los esquemas compositivos de la banda, lo cual le confiere un aire más sinfónico que por momentos recuerda o evoca a las grandes bandas del género de los años dorados. 

A la vez con esta obra se nota una apertura a nuevos ritmos, como el reggae o la música electrónica, en gran medida, supongo que marcados por la influencia de la década que se iniciaba.

Este giro, que a mí personalmente me gusta, creó una cierta división entre sus seguidores, sobre todo fue muy criticado por los amantes del sonido más duro de sus primeros trabajos.


Los temas

1.Subdivisions    (5:32) 
2.The Analog Kid (4:46) 
3. Chemistry (4:56) 
4. Digital Man (6:20) 
5. The Weapon (Part II of Fear) (6:22) 
6. New World Man (3:41) 
7. Losing It (4:51) 
8. Countdown (5:49)

Música: Lee y Lifeson

Letras: Peart

La banda y sus instrumentos:

Geddy Lee: Bajos Rickenbacker y Fender, Voz. Teclados: Minimoog, Oberheim OB-X y OB-Xa, Roland JP-8, pedales Moog Taurus, Oberheim DSX y caja rítmica Roland TR 808.

Alex Lifeson: Guitarra eléctrica Fender Stratocaster y pedales Moog Taurus.

Neil Peart: Batería y percusión.

Ben Mink: Violín eléctrico en el tema 7 (Losing It).

Subdivivions
Primer tema del álbum, y toda una declaración de intensiones de lo que pretenden transmitirnos con el disco. Introducción potente a base de sintetizador sobre un sostén rítmico creado con el bajo, la batería y la guitarra. No tarda mucho en aparecer la potente voz de Geddy, auténtica alma matter del tema, dominador absoluto de gran parte del protagonismo, tanto por su aportación con los teclados como por las impresionantes lineas de bajo.  El trabajo de Peart a la batería también está totalmente a la altura de la exigencia de la canción. La guitarra de Lifeson queda un poco relegada al soporte rítmico de la melodía, sólo hacia la parte final del tema se marca un mini solo, corto pero brillante.
En definitiva, uno de los temas marca de la casa que suelen tocar bastante en directo, con gran aceptación por parte del público.




The Analog Kid
Canción más en la línea habitual de la banda, con los teclados más dedicados a dotarla de atmósfera y soporte. Más presencia de guitarra, que en esta ocasión lleva más el tempo del tema, junto con una percusión brillante. Lee, está una vez más a un gran nivel con el bajo y su inconfundible voz suena tan bien como siempre.

Chemestry
Se inicia con una potente entrada de toda la banda en pleno, para al poco dar paso a unos finos punteos de guitarra, que pasan a guitarra rítmica con la entrada del cantante. Depués, una vez más el sintetizador cobra protagonismo junto con la voz de Geddy y de nuevo suena de fondo el punteo de Lifeson, todo esto con el acompasado ritmo de la batería de Peart.
La guitarra sobresale de nuevo con un gran solo de Alex con el que ya prácticamente muere la canción. Gran tema!!!

Digital Man
Una de mis favoritas del álbum, comienzo arrollador de Nil a la batería a la que se unen de inmediato la guitarra y unas lineas de bajo espectaculares. Si os gusta el sonido del bajo quedaros con este tema, en el podemos valorar la maestría y el gran dominio del mismo de Geddy.
Tras esta introducción el protagonismo lo desarrollan la voz y la guitarra. Aquí queda patente la intención de la banda de explorar nuevos sonidos, adaptando un cierto aire con sabor reggae, sobre todo en los ritmos de la guitarra.

The Weapon (Part II of Fear)
Este tema se inicia con una clara influencia de los años 80, con un sonido muy electrónico, hasta las percusiones parecen sonar electrificadas. Las influencias del rock espacial son notables y los juegos con los teclados están muy presentes. Por lo demás, tanto la voz como la guitarra y el bajo, siguen la pauta esencial de Rush, eso si, adaptada a los nuevos tiempos.

New World Man
Otra canción de marcado carácter electrónico, las ganas de experimentar nuevos caminos de la banda son evidentes. Esta vez el guiño al rock electrónico es muy evidente en su comienzo, para marcarse después unos compases cercanos al reggae.
Pero a pesar de esos guiños evidentes a emprender nuevas aventuras en su sonoridad, la esencia de Rush sigue muy presente, con sus conocidos rifs guitarra y las magistrales lineas de bajo.


Losing It
Introduce el tema el sintetizador pausado, seguido de la voz de Lee que acaba fundiéndose todo en uno. La entrada de la batería de Nil y la guitarra de Lifeson van dándole forma a la melodía. La canción avanza en un in crescendo, de connotaciones muy sinfónicas, hasta que la batería va aumentando el ritmo sobre una base de teclados, para acabar en un extraordinario solo de violín a cargo de Ben Mink, el tema alcanza el clímax y Rush nos vuelve a obsequiar con otra composición de gran calidad.


Countdown
Llegamos al final del disco con otro de los grandes temas, Rush se despide en plena forma y dejándonos un buen sabor de boca.
La canción está dedicada a la NASA y empieza con una voz enlatada que simula la comunicación de los astronautas con el control de Tierra. Cuenta con efectos sonoros diversos, en una de las fases más experimentales del disco. 
Los teclados vuelven a ganar mucho protagonismo, con un par de solos de sintetizador en la mejor tradición sinfónica setentera, lo cual a mí me encanta. La batería de Nil extraordinaria, la guitarra, como siempre, a un nivel altísimo, el ritmo constante y la grabación de la voz en off acompañando en casi todo momento.
Si el disco se inició con la fuerza de Subdivisons, el final no es menos potente con este CountdownRush en estado puro.




Reflexión final: es ¿Geddy Lee el músico más explotado del rock progresivo? Porqué es como un hombre orquesta.

domingo, 12 de junio de 2016

Tarde dominical con Eduardo Bort

Uno de los grandes discos del rock progresivo español de los años 70 es el primero de Eduardo Bort, grabado en el año 1974. Se trata de un trabajo muy particular en el que el mismo músico ejerce de productor y participa activamente en todo el proceso de grabación.




Está considerado un disco de culto para todos los seguidores del progresivo, por la importancia y la influencia que tuvo para el posterior desarrollo del rock sinfónico en España.

Recientemente ha sido reeditado en una edición muy cuidada, con motivo del 40 aniversario de su publicación.

Eduardo a parte de músico ha ejercido de productor de grandes bandas y autores como Iceberg, Ramoncín o Pau Riba. También ha colaborado con Gualberto, Marcos Mantero o Max Sunyer.

En el disco podemos encontrar temas muy interesantes como Thoughts, Walking on the Grass o Yann, pero hoy os propongo uno de los más impresionantes de todos, en mi opinión, Pictures of Sadness. 





martes, 7 de junio de 2016

Irish Tour '74: Rory Gallagher

Otro de mis últimos grandes descubrimientos es esta monumental gira que hizo el gran Rory Gallagher por Irlanda, visitando las ciudades de Cork, Dublín y Belfast, durante el mes de enero del año 1974.




Todo un éxito de público en los conciertos y de ventas del disco, que ya en su primera edición básica alcanzó lugares de honor entre los más vendidos. Recientemente ha salido una caja de coleccionista que recoge los conciertos de todas las ciudades, de donde salió el primer disco del año 1974. En total 7 cd's y un dvd que harán las delicias de todos los aficionados.

La gira nos ofrece a un Rory en la cima de su carrera, con unos conciertos llenos de fuerza y entrega donde queda patente el virtuosismo del músico. La comunión con el público es total, con momentos de una sincronía espectacular.

Con una banda de calidad contrastada, que se ajustaba perfectamente a los propósitos de Gallagher y que daba el acompañamiento ideal para que Rory sacase todo su potencial, tanto con la guitarra eléctrica, como con la acústica.

En definitiva, uno de los grandes directos del blues rock de todos los tiempos, que hoy recodamos en el blog por medio del tema que abre el disco, Cradle Rock.







viernes, 3 de junio de 2016

El primero de junio: The Beatles

La primera entrada del mes para un disco que por estas fechas cumple 49 años, que no son pocos: Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band de los The Beatles.

Fue publicado el día 1 de junio en UK y el 2 en los USA. Un trabajo que rompió moldes y alcanzó los primeros lugares en las ventas del momento. También, ha pasado a la historia de la música como uno de los más vendidos de todos los tiempos.




La banda seguía en pleno proceso evolutivo, en el que se acercaba cada vez más al rock psicodélico, a la vez que ponían la semilla de un incipiente rock progresivo. Implícitamente esta evolución los alejaba cada vez un poco más de la fórmula del pop de sus primeros años y la influencia de otras culturas, sobre todo orientales, eran cada vez más evidentes.

En definitiva, estamos ante un disco que como otros que se publicaron en los años venideros influirían mucho en la música contemporánea.

En la nave Nostromo recordamos a The Beatles y recordamos la huella imborrable que han dejado en nuestra cultura. Hoy proponemos una de las canciones del legendario álbum, la más psicodélica de todas, Within You Without You compuesta por Harrison.