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martes, 25 de septiembre de 2018

The Tangent: not as good as the book

Una de las bandas que presenta una propuesta más interesante en el nuevo siglo son The Tangent, propuesta en la que me voy introduciendo poco a poco. En estos últimos meses me han llegado dos discos que no han hecho más que confirmar mis expectativas: Not as good as the book y Le Sacre du Travail. Dos buenos álbumes que os quiero presentar aquí.



Hoy nos quedaremos con el primero de ellos. Not as good as the book fue publicado en el año 2008, siendo el cuarto trabajo de estudio de la banda. Desde el primer momento fue un disco muy bien valorado por el público y por la crítica especializada. El buen hacer de Andy Tillison, principal impulsor del grupo a todos los niveles estaba calando en el mundo del rock progresivo.

La mezcla de rock sinfónico con raíces clásicas, con toques de jazz, una pizca de rock electrónico e incluso con elementos del mundo del funky; le había proporcionado una personalidad propia a su propuesta musical, que era y es muy del gusto de muchos aficionados al progresivo.

Tillison tiene la gran habilidad de rodearse de músicos de alto nivel y en el disco que nos ocupa esto se confirma plenamente. Las guitarras y las voces son de Guy Manning y Jakko Jakszyk, de los instrumentos de viento se ocupó Theo Travis, Jonas Reingold puso el bajo, Jaime Salazar la batería y el mismo Tillison se ocupó de los teclados y partes vocales. Asimismo, contaron con la colaboración de Julie King como cantante principal en un par de temas.

Así pues, aquí os dejo con la música fresca de The Tangent una banda que creo que tendremos que tener muy presente en estos próximos años. Con este tema abren el disco motivo de esta entrada, A Crisis in Mid-Life. Espero que os guste.



jueves, 6 de septiembre de 2018

Camel en concierto (Sala Barts, Barcelona)

Magnífico concierto el ofrecido por Camel el pasado 4 de septiembre en la Sala Barts de Barcelona, un recinto ideal para conseguir una excelente comunicación entre banda y público. Como así fue.

Sobre algo más de las nueve de la noche, con cierto retraso sobre la hora prevista de inicio del evento, se presentó la banda con el sonido del tema Aristillus sonando a todo volumen de acompañamiento, el show empezaba bien, muy bien.



Nada más situarse sobre el escenario atacaron con toda contundencia y sin dilación el Moonmadness, el álbum de 1976 al que se rinde homenaje en este tour. Empezando por Song Within a Song y acabando por Lunar Sea, entre medio, obviamente, el resto de temas del disco de sobra conocidos por todos nosotros.

Con un sonido espectacular que, según me comentó un amigo y creo que tenía toda la razón, con la misma calidad o incluso mejor que el de la grabación original. Andy con un toque seguro y dominador, leyendo en todo momento la situación del concierto, ganándose la complicidad de todos nosotros desde el primer momento. Utilizando sus guitarras Gibson y Fender de toda la vida y las flautas con su maestría habitual.



Colin, todo un veterano curtido en mil batallas, sabe ocupar perfectamente su parcela, sin querer ganar nunca demasiado protagonismo, pero ofreciendo siempre con su bajo el ritmo perfecto a las composiciones de la banda y poniendo su voz cuando el tema lo requería.



Dennis, parapetado detrás de su batería e instrumentos de percusión, se ha ganado por derecho propio a ocupar un lugar fijo entre los miembros de Camel. Él sabe arrancar a sus tambores los sonidos más adecuados en todo momento, contundentes y frenéticos o delicados y sutiles según las necesidades de cada momento.



Y, finalmente, la sorpresa de la banda. el desconocido, al menos para mí, Pete Jones. Un músico de aquellos que antes conocíamos como un multiinstrumentista y supongo que ahora también. Portentoso y eficaz con los teclados, clavando y recreando a la perfección los sonidos creados por
Peter Bardens y Tom Scherpenzeel, los dos teclistas más influyentes de la banda. Solvente con el saxo, instrumento con el que conseguía dar otra dimensión a los temas en los que aparecía. Pero además, con una gran voz que lucía maravillosamente en las partes vocales de los temas de la banda y que conjuntaba perfectamente con las voces de Andy y Colin.



Tras un descanso de unos 15 minutos se reanudó la segunda parte del concierto en la que Camel nos ofreció un pequeño, pero interesante repaso a una parte de su discografía. Temas del Rain Dance (Unevensong), del I Can See Tour House From Here (Hymn to Her y Ice), del Stationary Traveller (Long Goodbyes), del Dust and Dreams (End of the LineMhoter Road y Hopeless Anger), del Harbour of Tears (Coming of Age) del Rajaz (Rajaz) y para acabar el maravilloso (Lady Fantasy) del Mirage.

En definitiva, unas dos horas de un espectáculo muy emotivo, de aquellos que van directos al alma, pero creado con una gran profesionalidad y entrega. Camel ocupa un lugar de privilegio en nuestros corazones y con conciertos como este, no hace más que plantar sus raíces en nosotros más profundamente.



Todas las fotografías y el video que ilustran esta pequeña crónica son de cosecha propia, y soy consciente que la calidad es muy interior a la que os merecéis, pero dado que documentan unos de los instantes más intensos de mi vida en la vertiente musical, os pido que me permitáis este licencia.