Hasta siempre Chris

Pensaba esta mañana sobre la temática de una nueva entrada para el blog: alguna reflexión sobre la Europa que estamos creando o quizás alguna relacionada con el cine, también pensé en que podría ser sobre música, al fin y al cabo, sobre la música versan la mayoría de las entradas, tal vez alguna novedad sobre los nuevos trabajos de bandas actuales. Los temas pueden ser tantos, y si nos quedamos en lo musical, muchos más. Pero al final la realidad, en este caso la triste realidad, se impone y en esta ocasión de manera inesperada, con la muerte de Chris Squire.

Llevaba ya unos meses con una enferrnedad grave diagnosticada de la que no esperaba nada bueno, pero sinceramente tampoco pensé que el desenlace pudiese ser tan rápido.

Con Chris se va el alma de Yes, miembro fundador y único presente en todas las formaciones a lo largo de la dilatadísima trayectoria de la banda. Todos sus componentes han tenido su sustituto, con más o menos acierto, con o sin el cariño de los fans, pero Squire ha estado siempre en el barco, luchando contra viento y marea por mantener bien alto el pabellón de la marca Yes.

Esta entrada dominical quiere rendir un humilde tributo a este músico, el bajista del rock sinfónico por excelencia: Chris Squire, que me acompaña desde mis más tiernos inicios en el mundo de la música progresiva y al que tuve la fortuna de poder ver dos veces en directo con Yes, un recuerdo permanente para mí y una cosa segura, que su muerte no me separará de él, siempre ocupará junto con Yes un lugar de privilegio en mi memoria.

Uno de los discos que me encandiló desde un principio fue Fragile, publicado en 1972. Son incontables la veces que lo habré escuchado en los formatos más variados, primero en una pobre grabación en cassette, después en disco de vinilo y ahora en cd, pero siempre me ha gustado mucho ese trabajo y siempre lo pongo entre mis favoritos da la banda. De él saldrá este sencillo homenaje a través del enorme tema, Heart of the Sunrise.

Hasta siempre Chris!