Marruecos I

Hola, ¿Cómo fue la primera quincena de agosto? Para mí ha pasado volando, como suele suceder cuando uno está de vacaciones... Los días por Marruecos fueron intensos y extraordinarios, descubrir una cultura tan diferente a la mía fue toda una experiencia personal.

Os voy a contar cuatro detalles e impresiones personales del viaje, a ver que os parecen.

Se trata de una sociedad muy distinta a la occidental y a la vez con muchos contrastes dentro de sí misma, entre las zonas rurales y las grandes ciudades. Visité las ciudades de Casablanca, Rabat, Meknès, Fez y Marrakech; de camino entre ellas pasamos por muchas zonas del Medio Atlas, donde se podía apreciar una total ruralización de los pueblos y aldeas, además de una influencia del mundo occidental casi nula

En cambio, en las ciudades a pesar de mantener plenamente vigentes sus costumbres y tradiciones, era claramente visible la huella que dejó un pasado colonial y la de la globalización actual, en unas más que otras, claro está.

Casablanca es una ciudad orientada casi en su totalidad al mundo de los negocios, con una infraestructura turística dirigida hacia ese tipo de viajeros. De esta ciudad destaca sin duda su colosal mezquita dedicada a Hassan II, la cual se puede visitar tanto exterior como interiormente.

Rabat es la capital de Marruecos y por tanto es una ciudad donde se hallan todas las administraciones del estado y las sedes diplomáticas de otros países. Mantiene todo el encanto de su pasado en su Kasbah, un auténtico viaje en el tiempo. También, me gustó mucho el Mausoleo de Mohamed V, con toda una explanada al lado repleta de columnas romanas, trasladadas allí para un proyecto arquitectónico que al final no se llevó a cabo.

Meknès es la menos importante de las cuatro ciudades imperiales marroquís, pero no por ello menos interesante. Enclavada en unas de las zonas más fértiles del país, lo que la convierten en un centro clave para la producción agrícola y ganadera. Entre sus monumentos yo destacaría el imponente conjunto de los graneros y las cuadras de caballos de Mulay Ismail.

También cerca de Meknés se encuentran los restos de la gran ciudad romana de Volubilis, de la cual solo conocemos una parte, pero en ella ya quedan patentes sus enormes dimensiones. De momento se han encontrado el Foro, la Basílica, el templo de Jupiter Capitolino y el gran Arco de Triunfo dedicado al emperador Caracalla, aparte de ricos mosaicos, estructuras domésticas, para la producción de aceite, etc, que la convierten en uno de los yacimientos romanos más importantes del Norte de África.

*Continuará.