Por las redes sociales, por muchos telediarios y por mucha prensa nos pintan un panorama bastante desolador. Por lo que se ve la macroeconomía (de la que yo no entiendo nada) va por un camino, dicen que ya muy esperanzador, en cambio, la microeconomía (la que convive con los ciudadanos de la calle) es muy tozuda y no quiere mostrarnos los signos de mejora de su hermana mayor.
Pobreza infantil, desahucios, familias enteras en paro, parados sin ninguna prestación, jubilados manteniendo con su pensión a hijos y nietos, trabajo muy precario (trabajar casi el doble de horas y cobrar la mitad), comedores sociales, bancos de alimentos, contratos por días o incluso por horas, sueldos en general más bajos, servicios básicos (agua, luz y gas) inalcanzables para muchas familias, jóvenes emigrando en busca de alternativas, gente buscando en la basura, ... podríamos seguir, pero nos quedamos con esta muestra que ya es muy representativa.
Esta es la realidad que se vive a pie de calle, este es el presente para muchas personas, pero no me gustaría que también ese fuese su futuro. Quiero políticos y dirigentes que se preocupen por las clases más desfavorecidas, que tomen las medidas y hagan las políticas pensando en los ciudadanos y no en unos intereses que muchos de nosotros no entendemos, o quizá porque empezamos a entenderlos no nos gustan.
Ya sé que como felicitación navideña es muy triste y no es mi intención amargar las fiestas a nadie, pero yo las cosas las siento así. Tampoco nos podemos olvidar de la parte positiva (por llamarlo de alguna manera) de la actual situación, que son las lecciones de solidaridad que está dando nuestra sociedad a todos los niveles: recogida de alimentos, ayuda a Cáritas, maratones de ayuda a la investigación, fiestas solidarias, donaciones de juguetes, ...
Con todo o a pesar de todo, os deseo la mejor Navidad posible!
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