Un rock muy influido por los grandes clásicos de la generación de oro, sobre todo por Genesis y Yes, muy sinfónico y pastoral, con temas largos y muy elaborados. Se trata de una de aquellas bandas que en los años más duros para el rock progresivo, a todos los niveles, supo remar a contracorriente en un ambiente bastante adverso y mantener viva la llama del rock sinfónico, también conocido como neo-prog.
Por lo que a mí concierne solo puedo hablar positivamente de este movimiento, si bien es cierto que en su momento no lo supe apreciar en toda su magnitud, ahora me gusta reconocerle todo el mérito que tuvo en aquellos años de dificultad, a la vez que me congratulo con todos vosotros por lo bien que han superado, en general, el paso de los años.
¡¡¡Aleluya!!! el rock progresivo sigue vivo, en ocasiones evolucionado, en otras seguidor de un glorioso pasado, los condimentos y aderezos para su fabricación también son de los más variados; pero de eso se trata: variedad, modernidad, progreso, clasicismo, influencias... y que después cada uno tome el plato que más le apetezca.
Hoy el menú lo pone Pendragon desde su trabajo Not of This World con la primera parte del tema del mismo nombre que el álbum.
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