Lo cierto es que la historia tiene muchas más aristas y los personajes protagonistas están llenos de matices, que se sustentan en un brillante guion. Los sueños de grandeza del joven músico y su incansable lucha por ser el mejor, topan con la competencia de otros prometedores bateristas y la máxima exigencia y perfeccionismo de su profesor en el conservatorio, un director de orquesta que lleva a sus alumnos al límite para sacar lo máximo de sus capacidades.
Las relaciones con su padre y familia, con sus compañeros de escuela, y el encuentro con el primer amor de su vida, todo en su entorno lo condiciona e influye de una manera u otra, en la carrera por alcanzar un sueño que lo absorbe por completo.
Whiplash ha cosechado infinidad de premios en los más diversos certámenes y festivales, tanto a nivel individual como colectivo, incluidos tres premios Óscar y un Globo de Oro.
En definitiva, una buena película narrada con buen ritmo, de aquellas que mantienen siempre despierto el interés del espectador por la historia que cuenta.
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