Fue un estreno espectacular que rompió esquemas e hizo brillar a todo un diamante: el guitarrista, cantante y compositor casi por completo de todos los temas del álbum, Syd Barret. Una joya que brilló intensamente y que después por causas diversas su luz se fue apagando, pero ahí queda esta gran obra entre otras, como parte de su imperecedero legado.
El disco The Piper at the Gates of Dawn se grabó en los Abbey Road Studios en la primavera del año 1967, y fue uno de los primeros trabajos en experimentar con la música psicodélica. Estamos ante la primera formación de la banda, en la que estaban además del ya citado Barret, Roger Waters, Richard Wright y Nick Mason.
Desde la Nostromo rendimos nuestro modesto homenaje a esta importante efeméride con el recuerdo de uno de sus grandes temas, Lucifer Sam.
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