De momento he trabajado con el segundo y ya me tiene totalmente enganchado. Estamos ante un rock sinfónico de muchos quilates, con estructuras muy pastorales cargadas de bellas melodías. Una instrumentación brillante y efectiva, con una interpretación limpia y envolvente que te traslada a paisajes paradisíacos.
Me tiene muy cautivado la voz de su cantante Setrak Bakirel, con un timbre de gran belleza que cuadra a la perfección con la mecánica propuesta por los temas. Los teclados de Robert Kempler son también extraordinarios, dándole a cada momento el toque preciso. La guitarra y la flauta de Eril Tekeli son otro de los símbolos definitorios del sonido de Asia Minor. Las percusiones acaban de completar el fresco sonoro de la banda, están a cargo de Lionel Beltrami y le dan a la propuesta el tempo indicado para cada momento.
Os propongo el tema con el que abren el disco, Nightwind. A la vez que os recuerdo que forman parte del excelente cartel del festival Minnuendö para este 2018.
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