Ese es el caso de mi experiencia con este gran músico que hoy os quiero presentar, Dan Ar Braz. Entró en mi vida sonora de forma totalmente casual por medio de un vinilo del año 1977, Douar Nevez, que sinceramente no sé ni como me llegó. Vale la pena poner de relieve que a finales de los 70 no existía internet, ni redes sociales, ni Wikipedia,.. y por consiguiente la información se transmitía entre nosotros por el boca a oreja o por alguna revista especializada.
Pues en ese contexto me llega el disco, con la única referencia de que se trata de música folk mezclada con rock, algo parecido a lo que producía Gwendal por aquella misma época.
Fue un encuentro tan casual como intenso, el disco me gustó desde la primera vez que giró en el tocadiscos. Esa mezcla de folk y rock, con toques celtas y de la música tradicional bretona, fue un canto celestial para mis oídos.
Mi relación por aquellos años con Dan se quedó ahí, no busqué más ni tampoco me llegó nada más de manera inesperada. Muchos años después descubrí la grandeza de este músico, su imponente producción discográfica y su relación fundamental con otros grandes proyectos.
Hoy quiero recordar aquel descubrimiento de juventud y rendir homenaje, a un músico y a un disco que a pesar de los años transcurridos aún se pincha con cierta frecuencia en mi tocadiscos.
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