Corría el año 1969, en unos momentos en los que en el mundo del rock se cocía algo importante. Las bandas estaban dando lo mejor de sí mismas, probablemente sin saberlo estaban a punto de entrar en la etapa más gloriosa del rock sinfónico y progresivo, y del rock en general: la década de los 70.
Agresividad y dulzura, locura y lucidez, experimentación y clasicismo; todo ello lo encontramos sabiamente mezclado en este álbum, un trabajo considerado por muchos, entre los que me incluyo, como uno de los más determinantes e influyentes del rock progresivo.
Una formación efímera, como lo fueron todas las de la banda en esta primera etapa, pero compuesta por unos músicos excepcionales, que sacaron lo mejor de sí mismos para dejarnos algunas de las canciones más brillantes en la historia de KC, con toda seguridad conocidísimas por la mayoría de nosotros: 21 st Century Schizoid Man, Epitaph o Int the Court of the Crimson King.
Una de mis preferidas es Epitaph aunque debo reconocer que me gustan todas, con ella nos quedamos y con ella presentamos otra obra 10 de la música progresiva.
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