Hoy os voy a hablar de mis principios en esto del rock sinfónico, que era con el nombre que lo conocíamos por aquella época, años más tarde me enteré que formaba parte de una disciplina mucho mayor denominada rock progresivo. Nos remontamos a mediados de los 70, al final de la dictadura y primeros años de la incipiente democracia. Fue una época de mucha efervescencia en el mundo de la música rock en este país, las vanguardias musicales extranjeras entraban ya con relativa facilidad y la producción interna estaba alcanzando sus mejores años.
Muchas son las bandas de esos años que han marcado mis gustos musicales para siempre, enumerarlas todas en un post sería imposible, por eso esta serie de entradas las iré dedicando a recordar a algunas de esas formaciones, para mi indispensables en el panorama de rock progresivo mundial.
Empiezo por una de ellas, no es que sea la mejor ni la peor, eso ya es cuestión de gustos, pero para mi fue una de aquellas que me dejó huella desde la primera nota: CAMEL. Ahora justamente que se habla de un posible retorno después de más de 10 años de estar apartados de lo escenarios, por la terrible enfermedad de su líder y miembro fundador Andrew Latimer, de la cual hoy afortunadamente parece totalmente restablecido.
Para la ocasión he elegido uno de sus temas estrella perteneciente a su primer trabajo del año 1973, "Never Let Go", versionado una y mil veces en casi todos su conciertos, en este caso nos quedamos con la versión del directo "Live Record" de 1978.
Para la ocasión he elegido uno de sus temas estrella perteneciente a su primer trabajo del año 1973, "Never Let Go", versionado una y mil veces en casi todos su conciertos, en este caso nos quedamos con la versión del directo "Live Record" de 1978.
Espero que os guste, es parte de la historia y parte de mi historia.
Camel es también una de las bandas con las que me inicié en esto de la música, y "Never let go" es uno de esos temas que no me cansaré de escuchar jamás, aunque personalmente prefiero la versión en estudio de su primer disco, sobre todo por el solo final de Latimer, que aqui no me convence.
ResponderEliminarPara mi ninguna versión de ese gran tema es mala, todas tienen algo interesante, claro eso es así porqué la canción en si ya es buenísima, después los matices de cada versión la pueden revalorar más o menos. En el caso de este directo del 78 yo destacaría los vientos de Mel Collins y los solos de bajo y batería de Sinclair y Ward.
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